Juegos Infantiles
El juego: una estrategia de aprendizaje esencial
Los primeros años son importantes.
Las investigaciones científicas realizadas en los últimos 30 años
nos han enseñado que el período más importante del desarrollo
humano es el que comprende desde el nacimiento hasta los
ocho años de edad.
Durante esos años, el desarrollo de las
competencias cognitivas, el bienestar emocional, la competencia
social y una buena salud física y mental forma una sólida base
para el éxito incluso bien entrada la edad adulta.
Aunque el
aprendizaje tiene lugar durante toda la vida, en la primera infancia
se produce con una rapidez que luego nunca se igualará.
Los años correspondientes a la educación preescolar constituyen
la parte central del período de la primera infancia, y son los
que fundamentan el éxito tanto en la escuela como después
de esta.
Aunque este informe se centra en los años que
corresponden a la educación preescolar, debemos señalar que el
aprendizaje a través del juego resulta pertinente durante todo el
período de la primera infancia e incluso después de esta.
El juego es provechoso.
Los niños juegan para dar
sentido al mundo que les
rodea y para descubrir el
significado de una experiencia
conectándola con algo que ya
conocían previamente. Mediante
el juego, los niños expresan
y amplían la interpretación
de sus experiencias.
El juego es divertido.
Cuando vemos jugar a los niños a los adulto, a menudo
observamos que sonríen o ríen
abiertamente. Obviamente, el juego
puede tener sus retos y sus frustraciones (¿A quién le toca primero?
¿Por qué no consigo que este juego
de construcción se sostenga?), pero
la sensación general es de disfrute,
motivación, emoción y placer.
El juego invita a la participación activa.
Si observamos cómo juegan
los niños, normalmente
veremos que se implican
profundamente en el juego,
a menudo combinando la
actividad física, mental
y verbal.
El juego es iterativo.
Ni el juego ni el
aprendizaje son estáticos.
Los niños juegan para
practicar competencias,
probar posibilidades, revisar
hipótesis y descubrir nuevos
retos, lo que se traduce en un
aprendizaje más profundo.
El juego es social mente interactivo.
El juego permite a los niños
comunicar ideas y entender
a los demás mediante la
interacción social, sentando
las bases para construir un
conocimiento más profundo y
unas relaciones más sólidas.
El juego constituye una de las formas
más importantes en las que los niños pequeños
obtienen conocimientos y competencias esenciales. Por
esta razón, las oportunidades de juego y los entornos que
favorecen el juego, la exploración y el aprendizaje práctico
constituyen el fundamento de los programas de educación
preescolar eficaces.
Jugando
Los niños aprenden y desarrollan
competencias clave, Cuando los niños deciden jugar, no piensan: “Voy a aprender algo de esta actividad”, pero su juego crea potentes
oportunidades de aprendizaje en todas las áreas de desarrollo.
El desarrollo y el aprendizaje son de naturaleza compleja y holística; sin embargo, a través del juego pueden
incentivarse todos los ámbitos del desarrollo, incluidas las competencias motoras, cognitivas, sociales y
emocionales. De hecho, en las experiencias lúdicas, los niños utilizan a la vez toda una serie de competencias.
Esto ocurre con frecuencia durante las “actividades en los rincones de juego” o las “actividades de juego en el
centro”, en el contexto de los programas de aprendizaje temprano o educación preescolar.
Las actividades en los
rincones de juego, cuando están bien planificadas, fomentan el desarrollo y las competencias de aprendizaje
del niño de forma más eficaz que ninguna otra actividad preescolar.
Al elegir jugar con lo que les gusta, los niños
desarrollan competencias en todas las áreas del desarrollo: intelectual, social, emocional y físico.
Jugar al escondite.
Jugar al escondite con los niños. El escondite es un juego universal con el que han pasado ratos inolvidables niños de todas las generaciones y en todo el mundo. También conocido como escondidas, escondidillas, escondelero o escondidijo.
Jugar a la rayuela.
El juego de la Rayuela, también conocido como truque, luche, el cuadrado, la chilena o el volantín, es una actividad muy divertida a la que juegan niños y niñas.
Jugar al ajedrez.
Jugar al ajedrez permite al niño desarrollar su capacidad intelectual, sus habilidades y su capacidad emocional. El ajedrez estimula la atención, la memoria, la concentración, el poder de análisis, la creatividad, el razonamiento y ayuda a los niños a trabajar en equipo, a tener iniciativa y a adaptarse a múltiples e inesperadas situaciones.
Los juegos de puzzle
Los puzles son una actividad que aporta muchos beneficios a los niños, además de divertirles. Estimulan la concentración, la memoria y su capacidad de observación, análisis y atención.