Significado del Juego
Todos los niños del mundo juegan, y esta actividad
es tan preponderante en su existencia que se diría que es
la razón de ser de la infancia. Efectivamente, el juego es
vital ; condiciona un desarrollo armonioso del cuerpo, de
la inteligencia y de la afectividad.
El niño que no juega es un niño enfermo, de cuerpo y de espíritu.
La guerra, la
miseria, al dejar al individuo entregado únicamente a
la preocupación de la supervivencia, haciendo con ello
difícil o incluso imposible el juego, hacen que se marchite
la personalidad.
El juego infantil, con sus tradiciones y sus reglas, constituye un auténtico espejo social.
El juego constituye por lo demás una de las actividades
educativas esenciales y merece entrar por derecho propio
en el marco de la institución escolar, mucho más allá de
los jardines de infantes o escuelas de párvulos donde con
demasiada frecuencia queda confinado.
En efecto, el
juego ofrece al pedagogo a la vez el medio de conocer
mejor el niño y de renovar los métodos pedagógicos. Su
introducción en la escuela, empero, plantea numerosos
problemas, máxime cuando los estudios sobre el juego
son todavía relativamente escasos y no han conducido
a la elaboración de una teoría que responda a las diversas
interrogantes que suscitan las actividades lúdicas.
La teoría psicogenética, fundada por Jean Piaget4 ve
en el juego a la vez la expresión y la condición del desarrollo del niño. A cada etapa está indisolublemente
vinculado cierto tipo de juego, y si bien pueden comprobarse de una sociedad a otra y de un individuo a otro
modificaciones del ritmo o de la edad de aparición de los
juegos, la sucesión es la misma para todos. El juego constituye un verdadero revelador de la evolxción mental
del niño.